viernes, 26 de marzo de 2010

Petroleo

El blanco avanza comiéndose el color de la emulsión como una enfermedad borrando los recuerdos. En algunos años más nadie recordará que este hombre fué joven o siquiera que existió. El tiempo que le dió vida lo habrá devorado como una mancha voraz. Todo habrá vuelto a ser una página en blanco para que otros hombres, jovenes como era él en esta foto, se lancen a la aventura.
En el medio de la claridad está sentado mirando a la cámara. Parece brotar de la oscuridad de la ventana. Vemos el frío y la insatisfacción. El hambre de una vida mejor, el rencor del huérfano, las manos dispuestas a golpear puertas reclamándole al destino explicaciones: "¿Donde está mi tierra prometida?"
Seguramente no en este yermo, no en esta perforación petrolera, no en esta barraca inhóspita, de donde saldría para volver a Córdoba vencido, a una existencia convencional, a capitular con la vida una rendición sin condiciones, de la que a veces renegaba rabioso.
A medida que el tiempo pasó la memoria se fué adelgazando y este desierto frío fué convirtiéndose en una aventura juvenil, un tiempo fértil, un pequeño tesoro. Quizás el ultimo momento de libertad. Es posible que nunca volviera a mirar esta foto donde toda su rabia nos mira perforando la lente de la cámara
Posted by Picasa

No hay comentarios:

Publicar un comentario