
En el medio de la claridad está sentado mirando a la cámara. Parece brotar de la oscuridad de la ventana. Vemos el frío y la insatisfacción. El hambre de una vida mejor, el rencor del huérfano, las manos dispuestas a golpear puertas reclamándole al destino explicaciones: "¿Donde está mi tierra prometida?"
Seguramente no en este yermo, no en esta perforación petrolera, no en esta barraca inhóspita, de donde saldría para volver a Córdoba vencido, a una existencia convencional, a capitular con la vida una rendición sin condiciones, de la que a veces renegaba rabioso.
A medida que el tiempo pasó la memoria se fué adelgazando y este desierto frío fué convirtiéndose en una aventura juvenil, un tiempo fértil, un pequeño tesoro. Quizás el ultimo momento de libertad. Es posible que nunca volviera a mirar esta foto donde toda su rabia nos mira perforando la lente de la cámara